Pese a que ha cumplido 86 años, a día de
hoy, y entre el público infantil, Mickey Mouse es uno de los personajes de
caricaturas más querido y conocido, a pesar de los enormes cambios físicos más
que evidentes que ha sufrido con el paso del tiempo así como en su forma de
actuar, transformaciones varias en apariencia, pero no en esencia. En
sus orígenes comenzó a llamarse Mortimer y las características del dibujo que
presentaba el ratón eran: ojos más grandes, nariz más caída, más delgado, morro
afilado, aspecto descuidado, llevaba un pantalón gris con dos botones blancos
en su parte delantera, no usaba guantes ni zapatos, era más gruñón, silbaba
continuamente y gesticulaba, pero no tenía voz.
Posteriormente
su nombre cambió al de Mickey Mouse y pocos años después de su nacimiento, el
dibujante del ratón, considerando que el aspecto de Mickey no era tan familiar
procedió a realizar algunos cambios: tenía una cara más alegre, morro menos
afilado, le añadió sus característicos guantes blancos, le cambio el color a
los pantalones del ratón, pasaron a ser rojos, y le colocó unos botines
amarillos.
Si bien perdió fama a finales de los años 30, la película Fantasía, donde el ratón fue presentado como un mago, lo consagró como uno de los personajes imagen de Disney, evolucionando a lo largo del tiempo, convirtiéndose en un ratón feliz, alegre, educativo, capaz de llevar cualquier ropa o cumplir cualquier papel.
A medida que ha ido cambiando la sociedad, el
ratón de Disney también lo ha hecho, no dejando de evolucionar este ratón al
mismo tiempo que los niños van cambiando, pasando de ser un simple roedor en su
nacimiento a convertirse en el icono de aprendizaje de muchos niños.



Como ha pasado el tiempo... y parece que fue ayer cuando conocimos a este pequeño ratoncito.
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